La protección del medio ambiente, la sostenibilidad de nuestro planeta y la lucha contra el cambio climático está en juego estos días en Madrid. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se está llevando a cabo en la capital española, busca medidas y soluciones para evitar seguir deteriorando nuestro hogar.
Aunque no se encuentra entre los principales factores de emisión de gases de efecto invernadero, los coches siguen siendo una amenaza más para el planeta y su sostenibilidad. Para que nos hagamos una idea, cada litro de gasolina o gasóleo consumido emite entre 2.35 y 2,6 kilos de CO2 a la atmósfera. Ahora, toca multiplicarlo por los litros que consumimos a diario con nuestro coche y veremos que se trata de un problema acuciante.
Por ese motivo, y sabedores de la importancia de nuestro planeta y de la herencia que queremos dejar a nuestros hijos, queremos aportar nuestro granito de arena en esta importante misión y ayudar a los conductores a lograr una conducción eficiente y menos contaminante.
Por conducción eficiente y segura entendemos la manera o el modo más adecuado de manejar nuestro vehículo para lograr el menor consumo posible de carburante. Esta situación repercutirá directamente en el medio ambiente, ya que se reducirá la emisión de gases contaminantes que lanza nuestro coche.
Siendo esta, la principal ventaja que existe gracias a una conducción adecuada, no debemos obviar otras:
Quizás uno de los aspectos o factores a tener más en cuenta por los conductores, el bolsillo. Y es que prestando especial atención al arrancar y en las aceleraciones podemos ahorrar en combustible, así como manteniendo una velocidad constante.
Otro de los sitios que menos nos gusta visitar, por el factor económico, es el taller. Gracias a una conducción eficiente y ecológica, los componentes del coche como ruedas, pastillas del freno, embrague o la caja de cambios durarán más tiempo.
Para sentirnos a gusto conduciendo, evitando tensiones innecesarias, hay que eliminar cualquier tipo de frenado brusco, manteniendo la distancia con el coche que nos precede. Además, una conducción tranquila ayuda a no estresarse en momentos difíciles como atascos y que aumentan el riesgo de accidente.
No queremos dejar de recordarlo, la conducción eficiente reducirá el consumo de combustible, ergo reducirá la emisión de gases. Podremos respirar un aire más limpio y evitaremos enfermedades respiratorias como el asma.
Muchos de los tips que ayudan a cuidar el medio ambiente a través de la conducción ya los hemos mencionado junto a las ventajas que anteriormente hemos mencionado:
No es, en absoluto, necesario el uso del acelerador a la hora de arrancar. Este hecho consume carburante de forma inútil e innecesaria, por lo que debemos evitarlo.
La primera marcha solo nos ayuda a salir, sin aceleraciones bruscas; debemos pasar a segunda lo antes posible. En los primeros cinco o seis metros tras salir, sin alcanzar un número alto de revoluciones.
Uno de los trucos más prácticos en la conducción es la anticipación, sobre todo a la hora de cambiar de marchas. Se debe acelerar de forma progresiva, sin alcanzar el fondo del pedal, y sin llegar a las 1.500-2.500 revoluciones en los vehículos gasolina ni las 1.300-2.000 revoluciones en los diésel.
Las marchas largas a revoluciones bajas siempre consumen menos, por lo que es interesante mantenerlas el mayor tiempo posible. En este caso, no debemos obviar la seguridad, tanto la nuestra propia como la de aquellas personas que viajan con nosotros o en otros coches.
Muchos de los vehículos actuales cuentan con la conocida como “velocidad crucero”, un botón que nos permite mantener constante la velocidad de nuestro vehículo. Este simple hecho facilita, de una forma sencilla, un menor consumo de carburante.
En las deceleraciones, hay que dejar que el vehículo pierda velocidad con la marcha engranada. Será el propio motor el que actúe como freno sin aumentar el consumo, e incluso siendo cero.
Otro de los aspectos que aumenta el consumo de carburante es el exceso de carga del coche. Si a tres o cuatro personas en el interior, le añadimos un maletero repleto de bultos, a nuestro vehículo le costará mover todo eso.
Cuando nos encontramos en carreteras o autovías con una pendiente pronunciada que al coche le cuesta, debemos retrasar lo máximo la reducción de marchas. Del mismo modo, en pendientes descendentes las marchas largas son las más óptimas y rodando, siempre que se pueda, por inercia.
La presión de los neumáticos también repercutirá en el consumo de combustible y en la seguridad. Un inflado bajo genera un mayor rozamiento, mientras que exponer a las ruedas a una presión alta su punto de contacto es menor y, aunque puede reducirse el consumo, se crea un riesgo innecesario de accidente. Por lo tanto, debemos seguir las indicaciones del fabricante.
Ya conocemos unos pequeños tips o trucos para cuidar el medio ambiente a través de la conducción. Ahora es el momento de contribuir a la sostenibilidad de nuestro planeta, poniéndolos en práctica, y enseñando a otros conductores como alargar la vida de la Tierra.
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