Modificar un coche es de lo más normal del mundo. Aunque en nuestro país la cultura del tuning y las modificaciones no está tan extendida como en otros mercados, es común ver por la calle algún coche modificado. Aunque el proceso es más o menos complicado, en función del nivel de cambios, es importante saber cómo homologar piezas y accesorios de tu coche para pasar la ITV. Por muchos cambios que le hagas, si no está homologado no pasará la ITV, y por lo tanto será ilegal circular con él.
La labor de las estaciones de ITV que están repartidas por nuestro país no es revisar de forma periódica el estado general. Su trabajo también consiste en garantizar que todos los coches que circulan por la carretera cumplen con la normativa de seguridad vial. De esta manera todos estaremos un poco más a salvo, porque a la hora de tener un accidente nadie quiere descubrir que su coche no es seguro.
Antes de empezar a relatar el proceso de homologación hay que decir que muchas veces no es ni sencillo ni barato. Puede que esos problemas sean la causa principal que en nuestro país no sean tan corrientes las modificaciones. Prácticamente todo en un coche es sensible de ser cambiado o modificado. Desde un juego de llantas diferente, a un conjunto de frenos o suspensiones mejorado, pasando por sistemas de iluminación o molduras estéticas.
Para homologar una pieza o un accesorio que quieras instalar en tu coche tienes que seguir una serie de pasos. Sin estos pasos es imposible que en la ITV te validen las modificaciones, e inmediatamente será rechazado hasta que consigas toda la documentación pertinente. Como ya hemos dicho, es un proceso algo enrevesado, pero no muy difícil de seguir.
1. Lo primero que debes hacer es comprar productos certificados y que cumplan con las normativas europeas. En Internet existe todo un mercado de posibilidades. Antes de comprar revisa que toda la documentación esté en regla y que las piezas vengan debidamente certificadas.
2. Con la garantía de saber que compramos un producto legal, lo siguiente que tienes que hacer es encontrar el código de homologación de tu coche. Esa contraseña numérica forma parte de la documentación, en la “ficha reducida” para ser más exactos. Lo más habitual es que el código sea del tipo e1*2001/116*0501*01, donde la parte 2001/116 hace referencia a la normativa 2001/116/CE sobre homologación de vehículos.
Una vez tengamos localizado el código hay que saber si nuestro coche ya ha sido homologado previamente. No es nada raro que esto ocurra, pues hay muchos accesorios que forman parte de esa ficha que ya vienen previamente homologados de fábrica. Así que no hay nada que temer. En caso de haber modificaciones previas no homologadas es el propietario el que tiene que hacerse cargo de todo el proceso. Es común cuando se instalan piezas como llantas, escapes, luces o alerones.
3. El siguiente paso es solicitar el informe de conformidad. Hay que pedírselo a la marca de nuestro coche. No te preocupes, es sencillo. A día de hoy este proceso se puede hacer de forma telemática desde la comodidad de casa. En este informe se especifica el código de reforma de todas las posibles modificaciones con respecto al modelo original. Hay veces que no se necesita un proyecto técnico, que es el documento obligatorio para la certificación y homologación de modificaciones importantes. Estos casos suelen ser la instalación de separadores o muelles deportivos.
4. Ahora es el taller el que tiene que echarnos una mano. A la hora de realizar las modificaciones es importante y obligatorio que las realice personal cualificado. El taller avala la instalación estampando su sello y la firma del responsable. Si la operación la realizamos en casa, igualmente tendremos que acudir a un taller para obtener el certificado.
5. Llega el último paso, ir a la ITV. Con toda la documentación recogida y en regla es hora de acercarnos a nuestra estación ITV de confianza. En ella se realizarán las inspecciones pertinentes para comprobar y certificar que las modificaciones realizadas cumplen la normativa de seguridad vial. En caso de no resultar apto deberemos corregir el problema y volver para una nueva revisión.
Por supuesto, durante todo el proceso habrá que ir realizando una serie de gastos, comprar la pieza, que el taller la instale o la certifique y pasar la ITV. El coste puede variar mucho en función de la modificación realizada. Es importante saber que si no homologamos los cambios podremos ser duramente sancionados, por no mencionar que si sufrimos un accidente nos veremos en graves problemas porque es muy posible que el seguro no se haga responsable. Sigue los pasos correctamente y todo irá bien.
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